ACCIDENTES DE MONTAÑA

Como prevención:

Escoja bien sus excursiones: elija la zona adecuada; no sobrevalore sus fuerzas y nunca salga solo sino con compañeros experimentados. Utilice mapas y libros y si es necesario, a los guías profesionales de montaña.

Avise a dónde va y cuándo piensa regresar a su familia, amigos, Guardia Civil o en el Ayuntamiento del último pueblo.

Consulte las previsiones meteorológicas y de aludes.

Atención a las tormentas en los barrancos. Piense que los cambios bruscos de tiempo son frecuentes en la montaña y lo fácil se vuelve difícil y peligroso; aprenda a desistir.

Lleve siempre equipo suficiente y adecuado: saco de dormir, anorak y plumífero son casi imprescindibles, es conveniente incluir silbato, linterna y teléfono móvil.

El conocimiento de la montaña y su técnica sólo se adquieren con una larga y prudente práctica.

No tenga prisa ni llegue nunca a la extenuación. Lleve siempre comida ligera y aliméntese a menudo efectuando cortos descansos en lugares abrigados.

En zonas fáciles también hay peligro: no olvide su seguridad. Cuando alcance la cima, recuerde que la excursión acaba en el valle; guarde fuerzas para el regreso.

Cuide la montaña: es de lo poco grandioso que todavía nos queda. Sea montañero de verdad. Si no sube hoy, subirá mañana. Si se accidenta es posible que no suba nunca.

Desprendimientos:

Infórmese de las zonas con peligro de desprendimientos o deslizamientos de laderas.

Si atraviesa una zona con peligro de desprendimiento, pase con cuidado y poco a poco. Si circula por autopistas, carreteras o pistas forestales con riesgo de desprendimientos, conduzca con cuidado.

Ante un accidente:

No pierda la calma y organícese con frialdad. Establezca un orden de prioridades.

Recoja cuanta información sea posible (localización del accidentado, su estado general, respira, tiene heridas visibles, está consciente…) y avise al 112

Prevenga todo lo que pueda agravar el accidente balizando, rescatando, protegiendo al accidentado y protegiéndose a sí mismo.